lunes, 10 de agosto de 2009

INSIDE



Inside; o como clavarse en tu alma como unas tijeras afiladas.

Cine del bueno, del mejor. Independiente y Europeo. Concretamente: francés.
Aunque para conseguir verla con subtítulos en nuestro idioma hay tenido que importarla del otro lado del atlántico...
Siempre me pregunto quien será el genio que decide qué películas se estrenan y cuales no, en nuestro tercermundista país... Nada más que para invitarle a ver cualquiera de esas joyas que aquí ni se conocen, y poder practicar con semejante individuo lo mismo que se hace en esta maravilla, hasta la saciedad.

Historia no apta para cualquiera. Y muchísimo menos sí te encuentras en estado de lo que antiguamente se llamaba "buena esperanza".

Porque lo que menos tiene esta peli es precisamente eso: esperanza.

Pero tiene a raudales precisamente todo lo contrario. Toda la fiereza y la sinrazón que sobreviene cuando se pierde todo atisbo de esperanza. Toda razón para vivir. Cuando aquello que muchos consideran el sentimiento mas poderoso en el hombre: el amor, se transforma precisamente en todo lo contrario. Y se demuestra terriblemente equivocada la teoría...

Milimétrica en su guión y desarrollo, con sus escasos 80 minutos. Asfixiante en la recreación de ambientes, se demuestra certera en su incisión. Más que suficiente para sumergirnos poco a poco en un mundo de emociones, indescriptiblemente cada vez más aterradoras. Y en un estado de paroxismo emocional tal, que sobreviene creíble lo en teoría, inverosímil.

Maravillosamente rodada, sólo desde la secuencia de inicio te sentirás atrapado en tu sillón, conteniendo el aliento, y muy consciente de que algo bueno (o muy malo....), se avecina.

Atrévete a entrar en este mundo de dislates y extremos. A conocer de primero mano la mas salvaje de las agonías. A que jueguen contigo como una peonza, y te sorprendan a cada paso con un más allá de salvajismo y devastación, que no creías ya posible en esto del cine. Que no creías posible en esta bestialidad llamada vida.

Inside, o un golpe directo en el estómago de tu segura vida burguesa, de bienpensante acomodado, satisfecho. Presuntamente seguro en su confortabilidad.

Cinta que debaría de ser de obligada visión, para toda pareja que en su atolondrado ensimismamiento enamorado, tuviera pensado fundar una familia, y traer a este mundo impredecible, un nuevo retoño inocente.

Para que les sirviera de advertencia y aviso de lo que podría suceder.


Sin duda se merece, como mínimo, un 8.

No hay comentarios: