viernes, 22 de agosto de 2014

CANIBAL

Cuando una película te llega tan dentro que te conmueve, hasta hacerte creer que alguien se ha fijado en ti para hacerla, o he estudiado tus más ocultos sentimientos y compartido tus sueños, porque te identificas tanto que duele... Eso es una experiencia catártica.

Demoledora.
ALUCINANTE.
CASI DELIRANTE.

De excepcional sencillez, y ritmo medido.
Silencio, y uno de mis músicos favoritos (otra vez...): BACH.

Una vida que podía haber llevado.

Un actor en estado de gracia.

Unas imágenes hipnóticas.

Una cadencia de provincias (¿la vida no se realiza siempre en alguna provincia perdida dentro de nosotros mismos?... Terca, tétrica y rancia, demoledora: como los sueños ebrios y lascivos).

Un final a la altura (no olvidemos que eso: los finales siempre son LO MÁS DIFÍCIL).

Un trasfondo no se sabe muy bien sí optimista, o lo contrario.

En cualquier caso una experiencia trascendente.

PLÁCIDA.
(Casi como dicen que debe ser la pesca con mosca...).
Y como yo sé que es la muerte...

Y unas ideas turbadoras.

En fin: INOLVIDABLE.

Y ESPAÑOLA. Lo cual es de agradecer. Siendo como es SIN DUDA una de las mejores películas de año.

Inolvidable la escena de él cenando.
Y de su nevera, que haría empalidecer de envidia al mismo amigo Hannibal.
:)

LA AMO.

LE AMO.




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