jueves, 4 de septiembre de 2008

Monstruoso versus Cloverfield


Lo más monstruoso de "Monstruoso" es el título en español...

¡Que manía la de infantilizar todo el cine de EEUU para hacérnoslo más accesible!... Es que si nos ponen "Cloverfield" a lo mejor pensamos que es una película seria... Y tal como somos el publico por estos lares, a lo mejor ya nadie iría a verla... Pero lo de Monstruoso da más pistas, claro... ¡Pero que inteligentes son y como les gusta el tintineante sonido de los doblones cayendo en su bolsillo!...
Que tales prácticas atenten gravemente contra la integridad artística de la peli se las refanfinfla, claro está, otra vez...
¡Que señores más previsibles y más antiartísticos!!!... Los niños claramente son ellos. ¿Qué pensará el genial JJ Abrams de todo esto?...

Obviando la infame nomenclatura del invento en nuestro idioma, la cinta (que no se me altere nadie; la cinta sigue siendo tal, y celuloide, en el cine...), la cinta digo, no gusta a todos... Es más, a muchos les enerva, porque con ese título, y viniendo de donde viene, claro, esperaban algo mucho más convencional...
¿Qué es eso de la cámara al hombro, la cutre imagen saltarina, la chunga estética de video casero, grabado por el cuñado beodo en la boda de su hermana?...
¡Nos han tangado la pasta descaradamente!!!... Gritaban algunos al salir del cine...
Y eso sí habían aguantado hasta el final, que muchos vomitaron antes... Y otros muchos se salieron a los diez minutos, como mi señora madre, tras inquirir del acomodador sí toda la historia era así...
Yo permanecí amarrado a mi sillón, con las manos bien sujetas a los reposabrazos, por lo que pudiera suceder.... Con una media sonrisa incipiente en la comisura de los labios, y un levísimo hilillo de baba empezando a deslizarse por los extremos...

¿Qué era aquello, dios mío?...

Sí es verdad que la fiestecita del principio era un poco peñazo y lo más parecido posible al video del susodicho cuñadísimo, pero... ¿Hacía donde podía deslizarse todo aquel invento, conociendo como conocíamos, la pericia del interfecto productor?...

¡A poco que mejorara aquello podía ser LA BOMBA!...

Y lo fue...

¿Porque qué era aquello, Dios mío, que empezaba a arrastrarse por las calles de la ciudad más poderosa del mundo, que provocaba una explosión a lo lejos, que arrojaba a nuestros pies nada menos que la insigne cabeza de la no menos insigne y archifamosa estatua de la libertad???...
¿Qué era todo aquello, Dios mío, que nos estaba pasando?...
¿Por qué lo sentíamos tan cerca?
Mucho más cerca de lo que hacía mucho no habíamos sentido el cine.... Como sí viéramos una película por primera vez... Como sí fuera la vecina del segundo, esa que está tan buenísima, la que gritaba empavorecida a nuestro lado y se agarrara a nuestra pechera buscando protección...

Esto era algo nuevo, esto era algo MAGNÍFICO, sólo propio de un genio, o al menos alguien con más visión que superman en un día claro...

Esto era algo propio de JJ Abrams, el insigne creador de la también visionaria serie de televisión "Perdidos" y la mejor entrega con diferencia de la franquicia de "Misión Imposible"...

Este es, señores: JJ Abrams.

Sí es verdad que la formula ya se había utilizado en no menos de 2 o 3 películas anteriores o contemporáneas, como la Bruja de Blair (que en gran medida fue la precursora), la española y magnífica "Rec", o la no menos sugerente "Diary of the Dead" (inédita de momento en este santo país nuestro...), amén de alguna otra que seguramente olvide... Pero nunca con esta magnificencia y en un género tan intrínsecamente cinematográfico, de gran presupuesto, como la típica peli de monstruos tipo Godzilla...

Eso significa combinar lo grande con lo pequeño; efectos especiales de tradicionalmente gran presupuesto (léase monstruo, grandes explosiones, derrumbamientos de edificios, cámaras panorámicas...), con la intimidad y economía de una toma digital casera...
Y esta señores es una idea genial.

Todo lo cual nos hace sentir al monstruo mucho más cercano,veraz y hasta cierto punto verosímil... Trasmitiendo unas emociones que intentan parecerse a las que tendríamos sí un caso similar pudiera llegar a darse en la vida real.

Y, digo yo... ¿No es eso el cine?...

Y eso por no hablar del soberbio guión que se calza la historia, con los pezqueñines acompañando al grandote, para dar aún mayor y más clara idea de su tamaño, como en el anuncio ese del pescado... (Y no digo más para evitar spoilers...).

Con un final sin ñoñerías, digno de lo mejor de un Peckinpah, por ejemplo, y que sirve para justificar por completo la historia, el nombre original del artefacto, y la forma en que está narrada.

Grandísima película para pasar un grandísimo, buen/mal momento, para cualquiera minimamente aficionado al género.


Mi puntuación, por lo tanto, para Cloverfield es:
8´5.

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